La Diferencia que hace la Diferencia

>> lunes, 27 de abril de 2009


Hace unos días comenté la necesidad de concretar el sueño de transformar la Pampa del Tamarugal en un desierto agrícola, imitando el camino trazado por otros países.

El obstáculo, para cumplir esa meta, no son los suelos salinos-sódicos, los fuertes vientos, las oscilaciones térmicas, las altas radiaciones o el recurso hídrico. La dificultad es la actitud de las personas para llegar a esta meta.

Quiero apoyar lo que comento con los conceptos de una presentación de Power Point que llegó a mi email, desgraciadamente de autor anónimo, y que se titula “La diferencia que hace la diferencia”.

Este artículo comenta que los deseos primarios de las personas son la salud, el dinero, el amor y que una de las formas de alcanzarlos es siendo rico y próspero. Así como hay personas pobres y personas ricas hay países pobres y países ricos, su diferencia no es la antigüedad de ellos. Esto queda demostrado poniendo como ejemplos a países como la India y Egipto que tienen mil años de antigüedad y son pobres. Por el contrario hay países como Australia y Nueva Zelanda que hasta hace poco más de 150 años eran desconocidos y hoy son países desarrollados y ricos.

La diferencia tampoco está en los recursos naturales de que disponen. Así Japón tiene un territorio muy pequeño y montañoso que no sirve para la agricultura ni la ganadería y sin embargo es la segunda potencia económica mundial. Su territorio es como una gran fábrica flotante que importa materia prima de todo el mundo, la procesa y el producto resultante es exportado también a todo el mundo acumulando riqueza.

También tenemos el caso de Suiza, sin océanos, que tiene una de las mayores flotas náuticas del mundo. Que no tiene cacao, pero sí el mejor chocolate. Que en sus pocos kilómetros cuadrados cría ovejas y cultiva el suelo solo cuatro meses al año ya que en los restantes es invierno. Que tiene los productos lácteos de mejor calidad de toda Europa. Destaco que Suiza tiene 41.285 km2 de superficie casi igual a la superficie de 41.759 Km2 que tiene nuestra Primera Región.

Tampoco es la inteligencia de las personas la que hace la diferencia. Y así lo demuestran estudiantes de países pobres que emigran a los países ricos y consiguen resultados excelentes en su educación. Otro ejemplo son los ejecutivos de países ricos que visitan nuestras empresas y al hablar con ellos nos damos cuenta que no hay diferencia intelectual.

Finalmente tampoco podemos decir que la raza hace la diferencia. En los países centro-europeos o nórdicos podemos ver cómo los “ociosos” (latinos o africanos) demuestran ser la fuerza productiva de esos países.

Entonces, ¿qué hace la diferencia? La actitud de las personas hace la diferencia.

Al estudiar la conducta de las personas en los países ricos se descubre que la mayor parte de la población cumple las siguientes reglas (cuyo orden puede ser discutido): Lo ético como principio básico, el orden y la limpieza, la integridad, la puntualidad, la responsabilidad, el deseo de superación, el respeto a las leyes y los reglamentos, el respeto por el derecho de los demás, su amor al trabajo y su esfuerzo por la economía y acometimiento. ¿Necesitamos hacer más leyes? ¿No sería suficiente cumplir y hacer cumplir estas 10 simples reglas? En los países pobres sólo una mínima (casi ninguna) parte de la población sigue estas reglas en su vida diaria, ¿Lo hacemos en nuestra región?

En la Pampa del Tamarugal no hemos logrado hacer agricultura competitiva porque estamos en un desierto, porque nos falta agua o porque la tierra es salino-sódica, otros países lo han logrado y son ricos. Simplemente somos pobres por nuestra actitud. Nos falta carácter para cumplir estas premisas básicas del funcionamiento de la sociedad. Si esperamos que el gobierno, cualquiera que sea, solucione nuestros problemas esperaremos toda la vida.

Un mayor empeño puesto en nuestros actos junto a un cambio de actitud puede significar la entrada de nuestra agricultura del desierto en la senda del progreso y el bienestar.

Estos valores animarán cada proceso de cambio que impulsemos, cada meta que alcancemos y sobre todo el estilo de vida que llevemos.

Juntos forjemos que la Primera Región sea la primera.
.
Publicado en el Diario La Estrella de Iquique el 25 de Noviembre del 2008

4 comentarios:

Juanjo. 28 de abril de 2009, 18:01  

Viejo, como siempre...estoy súper de acuerdo con tu planteamiento...largamente discutido en mñas de alguna conversación...duele ver como Otros hacen la diferencia...y en Casa?...bueno, en Casa seguimos en lo mismo: quejándonos de todo...lo que otros hacen o no hacen.
Un abrazo y a seguir perseverando.
Juanjo.

Alejandro Flores R. 29 de abril de 2009, 14:23  

Que quieres que te diga...

afortunadamente lo hemos conversado en más de alguna ocasión y hasta hace un par de años atrás sólo lo comentaba u opinaba desde una perspectiva ajena, como aquel que le decían o veía que era malo, que no funcionaba. Hoy puedo señalar empíricamente que ES ASI. Aún cuando no he tenido la fortuna de trabajar en plena Pampa del Tamarugal, sí puedo decir que la ACTITUD de muchas personas empobrecen los avances que podamos tener.
Creo que aunque seamos pocos, somos suficientes para hacer el cambio... es sólo cuestión de ponerle el hombro, demostrar que se puede y creeme que sobrarán los seguidores.

Dicen por ahí que "un pesimista, es un optimista bien informado". Yo soy un optimista e informado y creo que el avance llegará.

Saludos,
Alejandro Flores Rivera.

Unknown 3 de mayo de 2009, 23:38  

Concuerdo plenamente, pero no existe esa actitud y son muy pocas las personas que la tengan, ya que siempre está la mala fe en todo ámbito, "como podemos sacarle alguna colita a este proyecto", "será rentable hacer algo", "cuanto pagarán", "beneficia a mi familia", también no conocen las palabras "responsabilidad", "puntualidad", "espíritu a la lealtad, lo ético, la honradez", etc.
Entonces cuando podremos hacerlo si todo está corrompido y si algunos pocos nos reuniéramos para trabajar algún proyecto país, alguien de gobierno se nos adelantaría en la parte de los dineros y quedaríamos como al principio.
Hay muchas ideas rondando en el país, para levantarlo y cambiar el estilo de vida, pero lo que falta es tener la disciplina para poder cumplir los objetivos deseados.
Un gusto poder leerte e interesante tus post.

Un gran abrazo Fernando.

Radio Cubito 25 de junio de 2009, 8:22  

Lo felicito estimado, con la experiencia que tengo en el altiplano, reconozco las dificultades que se tienen de trabajar con las personas, sobre todo por un problema de actitud, sin embargo existen iniciativas como las de quinoa coop. tratere de hacer el mayor esfuerzo, ojala se logren resultados. ya al menos avanzamos logramos la certificacion organica de la quinoa en el sector de ancovinto. la dificultad ahora recae en los personajes de Isluga....

saludos por su pagina, lo felicito

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