Agricultura del Desierto

>> lunes, 27 de abril de 2009


El sector agrícola nacional tomó recientemente dos caminos relevantes: la alimentación y el biocombustible. No obstante, el que (i) la producción de biocombustibles encuentre sus condiciones más propicias en el sur de Chile; (ii) la fruticultura se encuentre concentrada en la zona central (con un radio urbano en aumento en desmedro de la superficie agrícola); y (iii) existan variaciones en las condiciones climáticas, determina una disminución de la superficie destinada a obtener productos hortícolas en la zona centro y centro sur. Así lo reflejan también las cifras del último Censo Agropecuario (2007).

A consecuencia de lo anterior, los ojos se han puesto en el norte; empresas del retail, casinos para la minería y otros han visto la necesidad de establecer un centro productivo hortofrutícola en el desierto, reduciendo así los costos de abastecer esta zona extrema y también diversificar la oferta productiva para la zona centro y centro sur.

La agricultura de nuestro desierto, actualmente es de subsistencia, no hay cadenas agroindustriales que se especialice en la producción, valor agregado y comercialización para las actuales exigencias, BPA (Buenas Prácticas Agrícolas) y HACCP.

Esta realidad y oportunidad hace necesario poner en marcha agrícolamente el desierto, ahora ya. Países que poseían las condiciones socio–económicas, climáticas muy similares a nuestra realidad optaron por potenciar el desierto lo hicieron utilizando ambientes controlados, es el caso de España en Almería, región desértica muy pobre, y se transformó en el abastecedor de hortalizas para Europa al incorporar la producción agrícola en áreas cerradas, está de más nombrar los casos de Israel, México entre otros donde incorporaron la agricultura del desierto como un reconocido eje productivo.

Por ello que es necesario comenzar a potenciar este eje productivo en la Pampa del Tamarugal, aprovechando las condiciones climáticas para producir primores o fuera de temporada, incorporando innovación.
En ese desafío, la agricultura hidropónica tiene un papel fundamental: brindar las herramientas tecnológicas necesarias para desarrollar cultivos en abundancia con rapidez y precisión. Se logran cultivos de alto valor económico como: tomates, tomates cherry, pepinos, zapallos, melones, pimientos, cucurbitáceas, lechuga, y otros.. Otras cosechas que pueden ser producidos con este método incluyen las hierbas, las plantas del follaje y las flores. Por ejemplo, la mayoría de las rosas exportadas de Holanda crecen hidropónicamente.

La hidroponía comercial se presta bien en empresas con producción bajo invernadero, donde con buenas prácticas gerenciales, puede ser provechosa proveyendo de productos frescos a los mercados nacionales y en el extranjero sin interrupciones en todo el año.

Poner en marcha la agricultura del desierto significa la creación directa e indirecta de fuentes de empleo, oportunidad para el crecimiento de otros sectores como el industrial, proveedores de insumos y equipos, incorporación de especialistas y técnicos, distribuidores en mercados nacionales e internacionales, por nombrar algunas nuevas actividades económicas asociadas.

Sabemos que en el siglo pasado nuestro desierto brindó carnes, leche frutas y hortalizas para la actividad salitrera, ¿Porqué ahora en el siglo XXI, con todos los avances tecnológicos conocidos, no somos capaces de imitar a las naciones que optaron en transformar sus desiertos en potencias agrícolas?. El recurso hídrico no es la restricción. Un camino posible es la hidroponía bajo invernaderos.

No basta en soñar con un desierto agrícola, es necesario ejecutar esos sueños. Todos soñamos un mundo mejor, pero si no ponemos el empeño en alcanzar esos sueños nos vamos a la tumba con ellos, ahí no sirven. Los sueños se deben alcanzar. Empresarios, Gobierno, Investigadores, trabajemos para que la agricultura del desierto no sea solo un sueño.
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Publicado en el Diario La Estrella de Iquique el 16 de Noviembre del 2008

2 comentarios:

Unknown 3 de mayo de 2009, 12:22  

Estimado Fernando, junto con saludarte, deseo expresar mi admiración por el trabajo realizado por tí en pleno desierto, las personas que hemos tenido la oportunidad de vivir en el norte y conocer el desierto de Chile, sabemos de la valoración de la agricultura y de la existencia y buen manejo del agua. Tu articulo es muy importante y te deseo mucho exito. Eso se llama hacer soberania y brindar alternativas de trabajo a muchas personas, Saludos desde el otro extremo del país.
Atte.,
Boris Chiffelle Becerra
Valdivia.

Unknown 24 de julio de 2009, 16:35  

Estimado Fernando
El estudio respecto del origen del apellido Tschiffeli - Tschiffely coincide en parte con lo que me contaba mi padre. Segun el a medida que la familia fue mudandose de cantones con lengua francesa, alemana o italiana fue cambiando. Mi abuelo era originario de Neuveville, alli estamos nosotros inscriptos. Su hermano fue quien realizo el viaje desde Buenos Aires hasta EEUU
Bueno, por medio de interntet he encontrado familiares directos en Argentina, otros Tschiffely en EEUU que no tienen idea de sus origenes y ahora encuentro en tu blogg que tal vez tengamos un origen comun.
Cuento con un arbol genealogico que me envio una persona de suiza, el cual se remonta a Jacob Georges nacido en 1775
Bueno es un gusto saludarte desde Buenos Aires Argentina
Roberto Osvaldo Tschiffely
Ingeniero Civil

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